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Morir de éxito ¿es posible?
El poder de la creatividad es ilimitado. Es habitual que las marcas recurran a promociones virales para atraer nuevos clientes y fidelizar a los frecuentes. Pero ¿qué pasa cuándo nuestra idea tiene demasiado éxito? Sí…podemos morir de éxito y que nuestra acción se convierta en un peligro para la rentabilidad de la empresa.
Como ejemplo encontramos el reciente caso de Domino’s pizza. Los responsables de llevar a cabo esta acción han sido las cadenas de Domino’s que se encuentran en Rusia. La acción consistía tatuarse el logo de Domino’s Pizza en el cuerpo de forma permanente y compartirlo en redes sociales para que ellos pudieran verlo. Los ganadores obtendrían 100 pizzas gratis durante 100 años, es decir, pizza gratis toda la vida. La cadena no esperó el éxito arrollador que tuvo la acción. Cientos de personas se sumaron a la promoción viral y si llevan al pie de la letra la acción es posible que acumulen pérdidas millonarias en sus cajas.
Ante esta situación han tomado la decisión de cancelar la promoción y a su vez pidieron que no se hicieran más tatuajes ya que la promoción tendría la duración de dos meses y ha tenido que acabar antes de finalizar el primero. El problema de cancelar una promoción, que además ha sido viral, son sus consecuencias negativas para la marca. ¿Cómo podemos evitarla? La respuesta es: la letra pequeña. Toda promoción debe de tener sus límites. Hasta la idea más loca puede ser un éxito arrollador o no tener nada de repercusión. Por ello hay que estar preparados para ambos casos. Calcular dónde comienza a ser efectiva la campaña y hasta dónde tenemos el umbral de la rentabilidad de la acción, sobre todo en promociones que consisten en regalar producto a los clientes. La clave por lo tanto está en poner límites reales para la empresa.
Ante la duda de cómo gestionar una acción siempre se recomienda consultar o tener un equipo especialista que puedas contar para ciertos proyectos. Muchas marcas que trabajan a nivel interno, sus empleados, en la búsqueda del éxito se olvidan de contar con una visión de los posibles escenarios.
