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Cómo las marcas pueden resucitar la historia de una ciudad

Hubo un tiempo donde la emblemática avenida de Madrid era llamada la Gran Vía de los Cines. Sin embargo el paso del tiempo ha hecho desaparecer muchas de sus salas. Gran culpa de ello lo ha causado la piratería, internet y los grandes parques de entretenimiento a las afueras de la ciudad. Sin embargo, y a pesar de las adversidades, la Gran Vía sigue siendo un lugar de referencia para los espectáculos en la Capital. 

Muchos Cines siguen en activo, otros han sido reconvertidos en salas de humor o teatros. Musicales, grandes compañías de Ballet internacionales y actores de talla mundial siguen conviviendo en esta gran avenida. 

Uno de los golpes más duros que recibió el lado artísta de la avenida fue perder el Palacio de la Musica. El edificio se diseñó y construyó durante el proceso de construcción de la Gran Vía madrileña, aprovechando un poco más de mil metros cuadrados. El edificio se diseñó inicialmente como una sala de conciertos, fue en 1928 cuando se comenzó a utilizar como sala de cine con la proyección de películas como Lo que el viento se llevó. La primera película que se proyectó fue en 1926 ‘La venus americana’ de Frank Tuttle.


Pero gracias a una firma de moda, aunque el palacio acabó su aportación musical, nunca cerró sus puertas para siempre.  En esta ocasión hemos podido observar como las marcas pueden ser de vital importancia para mantener de alguna manera el patrimonio histórico de una ciudad a través de sus infraestructuras. H&M, la firma encargada de abrir de nuevo sus puertas ha mantenido parte de sus estructuras intactas y los viandantes pueden seguir disfrutando de la magia arquitectónica que tantos sueños, artistas e historias vio pasar.